martes, 15 de marzo de 2011

Al volver de los ensayos



Pasodoble “Decirte que te quiero”

Decirte que te quiero
me parece que es poco,
que así no devuelvo
todos tus piropos.
Aun guardo el recuerdo,
para mientras viva,
las voces de aliento
que me dieron vida,
que me dieron vida.
Llorando contemplo
la ovación que no paraba
y esos gritos de otra y otra,
de otra y otra que nos dabas.
Y así que esta comparsa se presenta
con el alma que revienta
de querer a las dos orillas, dos orillas.
Rogándole a los cielos que esta historia
que he guardado en la memoria
hoy se repita.
No fueron quince hombres
los que estaban en las tablas,
pues cantamos en el nombre
de los más viejos Majaras.
Y no fueron quince hombres
los que acabaron llorando,
Cádiz, que era todo El Puerto
quien te amaba en mi garganta.
Aquí tienes mis te quieros.
Otra y otra me dijeron;
pues aquí tienes otra comparsa.




Pasodoble “Mi Cádiz es una mina” (A partir del minuto 1:50)


Mi Cádiz es una mina,
una mina de plata
y hay gente con vida
que grita y reclama
que los gaditanos
somos los mineros
y estamos aquí abajo
como esos chilenos,
como esos chilenos.
Abajo, de siempre,
no hay un campo de esperanza.
Si no dudas (…)
si nos escuchan los que mandan.
A veces solo ronda en la cabeza
las palabras y las promesas
que nos llegan desde arriba,
desde arriba.
Y siento que pretenden ayudarnos,
pero aquí sólo notamos
más tierra encima.
Y aquí nos animamos,
racionamos la comida,
hay ratitos que cantamos
y van pasando los días.
Así las noches oscuras
sólo nos la ilumina
el pensar en la familia
en esta mina de plata.
Hace tiempo que soñamos
que uno a uno ya nos vamos.
Que alguien llega
y nos rescata.





Pasodoble “Con unos algodones”

Con unos algodones cuando niño jugaba
y a toa su familia hacía que curaba.
Yo cuando sea grande haré medicina,
le dijo a sus padres,
yo salvaré vidas, yo salvaré vidas.
Rodeado de libros se pasó noches en vela.
Empeñó su juventud pa que sus sueños se cumplieran.
Y ahora que ya es médico confiesa con gran pena
que le pesa y al trabajo va con miedo, va con miedo.
Que ya no es la primera vez que acaba,
por negarse a dar una baja,
tirao en el suelo.
Ayer fue de esos días que pagaba con su cuerpo
la maldad y la cobardía de las manos de un violento.
Ayer con los algodones él solito se curaba,
igual que cuando jugaba como cuando era pequeño.
Y al espejo le lloraba, me han partío no cara,
que me han partío mi sueño.





Pasodoble “Aquí tienes mi tierra”

Aquí tienes mi tierra por si es que tú la quieres,
vengas en patera, vengas en Mercedes.
Pero si te quedas escucha y aprende,
que aquí se respeta a toas las mujeres,
a toas las mujeres.
No puedo entender que, musulmán que bien te adaptas,
cuando llegas a mi tierra que te quites la chilaba.
En cambio a tu mujer quieres traerla
y a tu lado retenerla con el burka bien tapada, bien tapada,
negándole el derecho a ser persona
convertida en una momia por donde vaya.
No quieras convencerme, tu discurso no me engaña,
que el Corán no las somete y aquí estamos en España.
Aquí si traes a tu esposa debe ser con sus derechos.
Bienvenidos a mi pueblo que yo no te pongo trabas,
pero yo no te consiento, por Mahoma ni tus cuentos
que aquí tengas una esclava.



Pasodoble “Las siete y hace frio”

Las siete y hace frío pero ya se levanta
y envuelve a su niño cogiendo una manta.
Es una condena tener que tocarlo
pues siente con pena que va a despertarlo, que va a despertarlo.
Lo aprieta a su cuerpo y va pa casa los abuelos,
aligera que no quiere llegar tarde al currelo.
Y mientras que lo lleva cada mañana
va mirándolo a la cara y va pensando pa su adentro, pa su adentro
si un día entenderá por qué su madre tiene que mortificarle su mejor dueño.
Por qué debe sacarlo del calor de su cunita
y qué es eso del trabajo que su madre necesita.
Por qué no puede quedarse hasta que llegue la mañana,
despertar en su propia casa cuando salga el solecito.
Y por qué desde la cuna la desgracia, la fortuna
de ser pobre o de ser rico.





Pasodoble “Lo que otros no quisieron”

Lo que otros no quisieron yo también lo respeto.
Canté en los Madriles y no me arrepiento.
No me lo han contao, soy yo quien lo cuento
que había un teatro con gente del pueblo, con gente del pueblo.
No he sido payaso ni me siento utilizao,
sólo pienso de mi Cádiz, de mi Puerto, que triunfaron.
Y allí sentí sincero aquel aplauso madrileño y gaditano.
No me importa quién contrata, quién contrata.
Si yo he cantado siempre por toa España
yo no niego mi comparsa donde me llaman.
No entiendo que moleste el color del ayuntamiento
pero en cambio sí que acepte ser Dios Momo pregonero.
(…………) o carnavales de por medio.
No le puedo hacer desprecio (…) argumentos,
puede que yo esté majara,
pero al Puerto, donde vaya
y a mi Cádiz represento.





Popurri


Esta historia que he ensayado es la misma desde siempre,
la de pensar que te traigo para poder sorprenderte
con coplas con musiquitas más antiguo más moderno,
más sonando a La Tacita o la las cositas del Puerto.
Todo por ti, por ti Cai, pa que me sigas queriendo.
Borracho, borracho, borracho…
He bebido de tu gloria, del perfume de tu fama, del calor de tus aplausos.
Borracho…
He guardado en la memoria cada beso que me dabas cuando me quisiste tanto.
Borracho…
y he soñado que eres novia, que el cariño que me dabas son caricias de otros brazos.
Borracho…
Y ahora busco en la botella, ahora busco en la botella lo que no me dan tus labios.
Deshojo la margarita de venir otra vez al Falla
y todos sus petalitos me dicen que sí, que vaya.
Uno que sí y otro que sí, uno que sí, otro que sí.
A Cai hasta que me muera las flores de mi jardín, las flores de mi jardín,
que miren, que sí, que vuelva.
Ay barquito que se hicieron pa estar dentro de una botella,
yo cuando bebo me embarco, soy el capitán con mando en este barco de vela.
Ay barquito que se hicieron pa estar dentro de una botella, en este barco me embarco
pa cruzar de nuevo el charco que a tu verita me lleva.
Uno que sí y otro que sí, uno que sí, otro que sí, en mi barquito de vela de colores.
Cuando el ensayo se acaba, la noche fría y mojada yo la visto de colores,
de colores…, que ya tengo otra cuarteta y aunque la lluvia me aprieta,
yo la veo de colores, de colores…
En esta fiesta de locos, cuando ya descansan todos, yo la pongo de colores.
Cuatro meses ensayando, lluvia, frío y yo soñando…, cuatro meses de colores.
Majara, me dicen el majara, que estoy loco por Cádiz, se me nota en la cara.
Si fuera Cádiz mujer de carne y hueso, te llenaría de besos, te llenaría de besos.
Si yo pudiera sentir tu sabrosura pegado a tu cintura, pegado a tu cintura…
Si yo bailando pudiera conquistarte, si con mi ritmo surgiera la pasión,
ensayaría la forma de enredarte, pa que por toas tus calles se escuche mi canción.
Majara, me dicen el majara, que estoy loco por Cádiz, se me nota en la cara.
Majara, me dicen el majara, que estoy loco por Cádiz, se me nota en la cara.
No hay hombre más peligroso que el hombre loco de celos.
No hay hombre más peligroso y yo que tanto te quiero de verdad que mataría,
que al que roba tus entrañas, ay Cádiz, porque me quita las mías, las mías, las mías.
Cai, que quererte no es solamente verte bonita y bonita,
que hay que decirte claramente todo lo que necesitas.
Grita, que si no gritas, por ti lo haré yo.
Lucha, que si no luchas, por ti lo haré yo.
Cai, que si te mueres, por ti muero yo
y antes de morir prefiero matar y vivir los dos.
Al volver de los ensayos, yo llevo desde siempre grabado en la mente
lo de aquel borracho.
Yo que me enamoré del carnaval, me duele cuando me paro a pensar
si alguna vez me dejaras de amar, yo perdería el sentío.
No quiero ni soñar que sin cantar, ay Cai, Cai mío,
y que mis labios locos no te traen piropos y quedo en el olvido.
Y si algún año me niegas tus aplausos seguro que también me encontrarás
tirado por las calles como en Los Galanes cantaba el borracho,
cantaba el borracho, borracho, borracho por Cai, borracho.

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